El de sabio corazón acata las órdenes,
pero el necio y rezongón va camino al desastre.
Proverbios 10:8
Hace unos días iba caminando a casa y me encontré con un viejo amigo, tuvimos una breve pero constructiva conversación y algo que me llamó la atención fue una frase que él dijo: «el ser humano no es competitivo sino complementario» es decir, que no fuimos diseñados para competir entre nosotros y demostrar quién es mejor, sino para complementarnos, apoyarnos y crecer juntos.
Toda sociedad debe tener una organización para poder prosperar y debe tener una cabeza que defina cómo se van a hacer las cosas, lo vemos como ejemplo en nuestro cuerpo donde todos los miembros se complementan. También en el cielo donde todos obedecen las ordenes de Dios y en la tierra, donde la iglesia debe seguir las pisadas de Cristo, quien se sujeto a su padre Jehová en todas las cosas. Es por ello que nosotros debemos dar lo mejor de nosotros mismos para conservar la unidad y preservar la armonía, no velando por nosotros mismos sino por el bien común.