Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi sendero.
Salmos 119:105
Todo cuanto sabemos de Dios tal y como lo conocemos proviene de la Biblia. Es ella la que a lo largo de la historia le ha costado la vida a muchas personas y la cual a pesar de ser objetivo militar de imperios y gobernantes que han procurado sin exito desaparecerla de la faz de la tierra, ya que la Biblia es la Palabra de Dios y por tanto es él quien la protege por medio de sus siervos fieles.
A pesar de que se ha tratado de mitificar su contenido rodeandolo de un halo de misterio, aquel que sinceramente se acerca a ella con la intención de aprender, podrá comprobar que sus consejos son prácticos y su sabiduría tan vigente como cuando fue escrita. Por algo el salmista reconoce que la Palabra de Dios es como una luz que nos guía alumbrando de nuestro camino.