2 »Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición. 3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»Génesis 12:2 - 3. NVI.
Antes de que Abram apareciera en la escena de la historia del pueblo de Dios el “haré de ti...” de Dios nunca se había declarado en algún otro personaje. Por vez primera Dios entrega una promesa del talante que recibió Abram; lo que nos lleva a intuir que esta promesa lleva un tono de “algo nuevo”. Es Dios señalándole un destino bendito y profético al padre de la fe, la cual tendría un eco para los creyentes de este tiempo.
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Por: Álvaro Martínez V.
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