El precio de las bendiciones

Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso;

haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,

y sálvanos.

Salmos 80:19

Aunque el pueblo de Israel es considerado hasta nuestros días como el pueblo de Dios, debido al pacto que Jehová hizo con su siervo Abraham, eso no los exoneró de pasar por tiempos difíciles. Ya que bajo la ley, la bendición de Dios era el resultado de la obediencia fiel a sus mandamientos. De modo que cuando ellos guardaban su palabra, Jehová los prosperaba; no así cuando desobedecían.

Hoy contamos con ese testimonio en nuestras biblias, debido a que Dios desea que recordemos que él no tiene favoritos y que así como se deleita en bendecirnos, no tiene reparos en hacer lo necesario para corregirnos, ya que él desea que elijamos sabiamente el camino que nos lleva a una vida plena de bendición en cada área y en cada asunto de nuestras vidas.

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Por: Álvaro Martínez V.
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