Una invitación a los malvados

Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.

2 Crónicas 7:14

Cuando fue escrito, éstas palabras de Dios se referían a Israel, se dice que llevan el nombre de Dios porque eran conocidos como el pueblo de Dios. Hoy sabemos que ya Jehová no es Dios de Israel solamente, sino de todo aquel que cree en Jesucristo sin importar su nacionalidad.

A la comunidad de creyentes se le conoce como Iglesia. Por eso, todo aquel que crea en Dios, se deje gobernar por él y abandone su mala conducta, será escuchado, perdonado y restaurado.

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Por: Álvaro Martínez V.
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