Para poder ser agradecidos, es necesario que aprendamos a valorar lo que tenemos, sea poco o mucho. Pues nadie agradece aquello que no disfruta. Aparte de que entendemos que en un mundo tan cambiante como en el que vivimos, nadie está exento de imprevistos. A nosotros los cristianos nos ayuda el saber que pase lo que pase, Dios siempre nos cuida, nos bendice y de alguna manera hace que siempre llegue a nosotros lo que necesitamos.
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
Filipenses 4:11--
Por: Álvaro Martínez V.
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