Juan 20:21
La paz de Dios, esa a la que se refería nuestro Señor Jesucristo es la misma que viene como resultado de confiar en Dios, viene como resultado de estar convencidos que sin importar lo que suceda en este mundo donde todo es tan incierto, Dios tiene el control y él cuida de nosotros.
Esta paz no solo es necesaria para vivir tranquilos a pesar de los problemas, sino que es de vital importancia para los discípulos, puesto que la oposición de la época era tan feroz que algunos tendrían que elegir entre agradar a Dios o perder sus vidas. Sea lo que sea que afrontemos, es de vital importancia que descansemos en la confianza que nos brinda el saber en manos de quién estamos.
Escrito por: Álvaro Martínez V.
Para: minutocristiano.blogspot.com
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