El Señor protege al extranjero
y sostiene al huérfano y a la viuda,
pero frustra los planes de los impíos.
Salmo 146:9
Dios tiene especial complacencia con necesitados, ya que estos no poseen las mismas oportunidades que los demás. Por eso se complace no solo en ayudarlos sino en aquellas personas de buen corazón que se convierten en canales de bendición. No así con aquellas personas que buscan sacar ventaja de todo sin importarles por encima de quién tengan que pasar. Si queremos ser aprobados por Dios debemos amar lo que él ama y procurar ser de bendición para otras personas así como somos bendecidos por medio de otros.
¡Piensa en esto y compártelo!
Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com
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