Guarda silencio ante el Señor,
y espera en él con paciencia;
no te irrites ante el éxito de otros,
de los que maquinan planes malvados.
Salmo 37:7
Este pasaje bíblico me recuerda la historia del buen Job. Nosotros hoy en día sabemos que fue un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal al que de repente le vino la peor racha de su vida y todo su mundo se vino abajo sin que Dios, su Dios en el que tanto confiaba le dijera absolutamente nada ¿¡Ajá y entonces!?. Lo que él no sabía pero nosotros sabemos a través de las escrituras, es que habían fuerzas espirituales detrás de todo este proceso y que a pesar de todo, Dios tenía perfectamente controlada la situación.
Esto debe animarnos a nosotros, puesto que aunque estemos atravesando las más terribles tormentas de nuestras vidas y parece que Dios se olvidó de nosotros, esto no es cierto. Él tiene tu situación perfectamente controlada y aunque no veas la respuesta por ningún lado, él se manifestará al final con poder y gran gloria tal como a Job y se perseveras en esperar en él. Él también te honrará.
¡Piensa en esto y compártelo!
Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com
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