¿Cuántas veces nos hallamos en situaciones adversas? ¿Cuántas veces nos angustiamos al no ver soluciones en nuestras vidas? Creo que a todos en algunos momentos nos pasa que las situaciones nos ponen entre la espada y la pared, situaciones en las que por las que clamemos parece que Dios nos hubiese olvidado. Muchos clamamos para que Dios nos saque del problema, pero él parece no escucharnos ¿Por qué?
Porque todo lo que él permite en nuestras vidas es con un propósito. Él quiere enseñarnos algo, por eso pienso que antes que clamar por una solución urgente antes de que sea demasiado tarde, debemos clamar por paz. Pedir esa paz resultante de confiar ciegamente en que Dios tiene todo controlado, pedir esa inexplicable paz que nos permite descansar aunque el mundo se nos caiga a pedazos alrededor.
Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes.2 Tesalonicenses 3:16
Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com
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