El Señor fortalece a su pueblo;el Señor bendice a su pueblo con la paz.Salmo 29:11
Cuando este pasaje fue escrito, el pueblo de Dios era el Israel étnico, o sea, los nacidos del linaje biológico de Abraham y oficialmente eran descendientes directos de alguna de sus tribus. Después de la muerte y posterior resurrección de Cristo, dejó de haber diferencia para Dios entre judíos y gentiles, o sea, gente de otras naciones para acoger bajo su "pueblo internacional" o sea, su iglesia o cuerpo, a todo aquel que crea en Jesucristo y se arrepienta de sus pecados.
Por tanto, hoy en día, para que goces del estatus de ser hijo de Dios y miembro de su "pueblo" solo es basta con creer en Jesucristo y demostrarlo renunciando a la vida pecaminosa y adoptando un estilo de vida que busque complacer a Dios en todas las cosas y hacer su voluntad. Entonces verás cómo Dios te fortalece y te da paz en medio de la tormenta del mundo que nos rodea.
Escrito por: Álvaro A. Martínez
Para: minutocristiano.blogspot.com
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