Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.Santiago 4:10
Humillarnos es dejar de lado nuestro orgullo y nuestro sentimiento de autosuficiencia, es sacar de nuestras vidas el "Yo puedo con todo" y abandonándonos en las manos de Dios, reconociendo que si algo somos o algo tenemos es porque Dios en su misericordia así lo quiso.
Cuando entendamos que la vida no se trata de lo que hagas y logres con tu esfuerzo sino que Dios que es bueno, permite que se te abran puertas e bendición, te quitarás el tremendo peso de la ansiedad y el estrés de tus hombros, porque estarás tranquilo sabiendo que de nada sirve afanarse porque Dios tiene el control.
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Escrito por: Álvaro A. Martínez
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