Es natural que después de un servicio de oración o un retiro espiritual nos sintamos llenos de paz y la presencia de Dios, pero que con el tiempo y los afanes de la vida todo eso quede eventualmente en el pasado. Esto es debido a que por naturaleza ponemos nuestra atención en lo que tenemos en frente. Es por eso que la Biblia nos invita a perseverar en el Señor, a acostumbrarnos a pensar en él y meditar en cómo ir poniendo en práctica lo que aprendemos de su Palabra cada día, para que cuando lleguen los problemas, en vez de angustiarnos, vivamos en paz por la confianza que tenemos en Aquel que nos cuida.
Tú guardarás en completa paza aquel cuyo pensamiento en ti persevera;porque en ti ha confiado.Isaías 26:3