Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.
Hebreos 12:11
Cuando alguien está entrenando para una maratón, necesita un entrenador que lo guíe y lo corrija. Necesita levantarse temprano por la mañana, practicar bajo la lluvia, etc. Necesita una disciplina perdurable a través del tiempo. Un entrenador lo mantiene responsable y se asegura de que permanezca en la vía. Cuando tu entrenador personal, el cual es un corazón alineado a la voluntad de Dios, te empuja hacia tus límites es porque te está preparando para "la maratón de la vida", la cual puede ser dolorosa, pero... ¡No hay como la alegría de ganar la maratón! ¡Se cumplió el objetivo y valió la pena todo el esfuerzo! Por eso, si hoy te sientes agobiado, no te rindas, porque lo mejor está por venir.