El amor, cuando es verdadero nos impulsa a esforzarnos, no solo por agradar sino por ayudar a quien decimos amar. Por eso, si amas a alguien no debes limitarte a decirle lo mucho que la amas, sino haz todo lo que esté a tu alcance por asegurar su bienestar.
Esto fue lo que hizo Jesucristo, cuando la humanidad estaba enemistada con Dios por causa de sus pecados, él dio su vida para que todos los que creamos en él seamos salvos y podamos volver a Dios. No solo eso, viviendo como humano se dedicó a mostrar a Dios con sus palabras y buenas obras, para que sigamos su buen ejemplo.
En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
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