Más vale tener poco, con temor del Señor,que muchas riquezas con grandes angustias.
Proverbios 15:16
Cuando hablamos de temer al Señor no lo decimos en el sentido de que haya que servirle a Dios por miedo a sus represalias. De hecho, si él nos pidiera tal cosa, se estaría contradiciendo, ya que alguien amoroso y lleno de misericordia jamás demandaría algo así de quienes ama. Más bien, lo que Dios nos quiere decir es que sintamos ese temor que nace al no querer fallarle.
Del mismo modo que en una pareja de enamorados, cada uno de los implicados procura agradarle en todo al otro, por lo cual se esmera en dicha labor y en su corazón surge el temor de fallarle al otro; Dios desea que nosotros le amemos tanto que en nosotros exista ese mismo temor. La buena noticia es que el guardar sus mandamientos trae su bendición, ya que estos surgieron para garantizar nuestro bienestar y al confiar en él podremos vivir tranquilos sabiendo que él tiene el control.
