El niño y las promesas

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 

Isaías 9:6

Estas palabras que fueron escritas por el profeta Isaías hablaban nada más ni nada menos de Jesucristo con ¡Unos 500 años de anticipación! Pero entonces ¿Por qué con tanto tiempo de anticipación? Para que la gente sepa que Dios no cambia, él sigue siendo el mismo de siempre y aunque la Biblia se terminó de escribir hace unos 2000 años, todo lo que está en ella sigue vigente, las promesas de Dios para sus fieles, tarde o temprano se cumplieron y se siguen cumpliendo.

¿No nos brinda esto la confianza que hasta la última promesa que haga falta se cumplirá? Hoy te invito a que pongas tu confianza en "ese niño" llamado Jesús (Mateo 1:21-23) que creció, se convirtió en hombre, dio su vida para que los que creyéramos en él tuviésemos vida eterna y volverá a terminar lo que hace 2000 años empezó.

Por: Álvaro A. Martínez
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
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