su grandeza es insondable.
Salmo 145:3
La Biblia nos dice que no debemos afanarnos por los problemas sino hacer todo lo posible por resolverlos y confiar el resto en las manos de Dios. Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo, y esto es debido a la costumbre que tenemos de humanizar a Dios. De manera inconsciente tendemos a atribuirle a Dios las cualidades y limitaciones propias de los humanos. Tendemos a olvidar en quién estamos confiando.