En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume.
Daniel 10:3.
Como adultos tenemos mucha libertad. A veces no estamos necesariamente preparados para tenerla. A lo mejor, hemos desarrollado la capacidad de decir no, pero no la de decir sí. Una falta de control propio nos lleva lejos de Dios. Daniel estuvo rodeado de lujo y comida rica, en fin, tuvo muchas libertades. Daniel ayunó para buscarle a Dios y fortalecer su autodisciplina ¿Alguna vez has sentido como si tus deseos te superaran cuando te rindes?
Te bendigo
Autor: Juan Carlos Méndez
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
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