Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Tito 3:5
Si Dios nos juzgara por obedecer tan solo los 10 mandamientos seríamos culpables, ya que todos, por ejemplo, hemos mentido alguna vez sin importar cuál sea el motivo.
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