2 Tesalonicenses 3:5 TLA
Sabemos que nuestro ejemplo por excelencia es Jesucristo, ya que él es aquel de quien Dios mismo dijo: ES MI HIJO, ESCÚCHENLO (Mateo 3:17) y él mismo dijo varias veces que no hacía nada por su cuenta sino lo que el padre haría en su lugar (Juan 5:19).
Por lo cual debemos esforzarnos y pedirle a Dios que nos ayude a seguir este ejemplo, ya que de eso depende el éxito de nuestra vocación como cristianos hijos de Dios.