¡Tú eres mi Dios y mi protector!
¡Tú eres quien me defiende!
¡Recibe, pues, con agrado
lo que digo y lo que pienso!
Salmo 19:14 TLA
Cuando oramos no estamos poniendo al tanto a Dios de nuestra situación (él lo sabe todo), tampoco vamos a conmoverlo para que cambie de planes y nos de lo que pedimos (Dios no cambia).
Cuando oramos nos estamos recordando a nosotros mismos que Dios no solamente puede ayudarnos sino que nos ama tanto que siempre va a cuidar de nosotros, también estamos volviendo nuestra atención hacia Dios para fijarnos atentamente en lo que va a hacer por nosotros y así agradecerle.
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
Ya lo leíste, ¡ahora reenvíalo!
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