Así terminó Dios
la creación del cielo y de la tierra
y de todo cuanto existe,
y el séptimo día descansó.
Dios bendijo ese día y lo apartó,
para que todos lo adoraran.
Génesis 2:1-3 TLA
En la ley mosaica se hacia obligatorio guardar el séptimo día como día de reposo donde nadie debía trabajar ni atender asunto alguno más que dedicarse a buscar de Dios y meditar en su Palabra.
Hoy no tenemos esa obligación, pero el principio, es decir, el motivo, sigue vigente y es que Dios demanda que hagamos un alto en nuestras vidas y saquemos tiempo para buscarle y aprender de él.
Escrito para: minutocristiano.blogspot.com
Ya lo leíste, ¡ahora reenvíalo!
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