Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. Mateo 6:6-7
La oración más sincera no es aquella que selecciona hermosas palabras para decirlas en público sino aquella que le expresa a Dios lo que el corazón siente. Porque ¿A quién le oramos, a Dios o a la gente?
Así que, si tienes algo que decirle, díselo a él; que así como una conversación es entre dos personas, tus oraciones son entre tú y Dios.