Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3
Cuando Dios llamó al profeta Jeremias, este era muy joven y fue enviado a un pueblo desobediente que mataba a los que le hablaban de Dios. Naturalmente Jeremías estaba asustado como cualquiera de nosotros podría estarlo y Dios comprende eso, pero también le ofreció su respaldo y protección.
Escrito para minutocristiano.blogspot.com