Jeremías 33:3
Cuando Dios llamó al profeta Jeremias, este era muy joven y fue enviado a un pueblo desobediente que mataba a los que le hablaban de Dios. Naturalmente Jeremías estaba asustado como cualquiera de nosotros podría estarlo y Dios comprende eso, pero también le ofreció su respaldo y protección.
Del mismo modo, nosotros somos enviados a un mundo caótico que desconoce los principios de Dios y los rechaza, pero al igual que el profeta, seremos guiados por el Espíritu de Dios si es que estamos dispuestos a dedicar nuestras vidas como los profetas y como Cristo, quienes prefirieron dar sus vidas, porque sabían que su galardón y el nuestro viene de arriba.
Escrito para minutocristiano.blogspot.com
Cuando Dios llamó al profeta Jeremias, este era muy joven y fue enviado a un pueblo desobediente que mataba a los que le hablaban de Dios. Naturalmente Jeremías estaba asustado como cualquiera de nosotros podría estarlo y Dios comprende eso, pero también le ofreció su respaldo y protección.
Del mismo modo, nosotros somos enviados a un mundo caótico que desconoce los principios de Dios y los rechaza, pero al igual que el profeta, seremos guiados por el Espíritu de Dios si es que estamos dispuestos a dedicar nuestras vidas como los profetas y como Cristo, quienes prefirieron dar sus vidas, porque sabían que su galardón y el nuestro viene de arriba.
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