Que refrene su lengua de hablar el mal
y sus labios de proferir engaños.
Salmo 34:13
Dios tiene ese maravilloso poder de transformarnos. Sin embargo, todos conocemos a "cristianos" que aunque llevan muchos años en la fe tienen malos habitos como el de murmurar de otros o siempre resaltar lo negativo de las personas. Esto es porque, como dice la Palabra, debe nacer en nosotros mismos el deseo de cambiar esas malas costumbres para remplazarlas por aquellas que nos permiten reflejar a Cristo.
Escrito para minutocristiano.blogspot.com
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