Mateo 5:44
La lógica humana nos indica que si alguien nos provoca, debemos ceder. Bajo esta norma tendemos a ceder a nuestros impulsos pecaminosos que nos llevan a hacer lo que a Dios no le agrada, pero también a responder hostilmente contra quienes nos agreden o abiertamente hacen cosas para dañarnos.
Sin embargo, Dios quiere que seamos diferentes y que en vez de ceder al impulso de pagar mal con mal hagamos justamente lo contrario. Que si el pecado viene no caigamos en el, que si alguien nos insulta o nos aborrece no cedamos a la tentación de devolverse sus insultos ni su odio sino que paguemos el mal con bien.