Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno». Salmos 16:2
En la Biblia encontramos muchas historias inspiradoras de hombres y mujeres que entendieron que los planes de Dios son superiores a los nuestros y que debido al inmenso amor que nos tiene, seremos nosotros los principales beneficiarios, a veces a corto, pero principalmente a largo plazo. Ellos padecieron persecuciones, rechazo, opresión de toda clase e incluso fueron asesinados. ¿Por qué?
Porque ellos tenían la plena confianza de que Dios no miente y en su afán de corresponder al amor de Dios hicieron a un lado todo cuanto tenían, incluyendo sus planes y propósitos. Ellos renunciaron a todo, de modo que pudieron afirmar como el salmista que "Solo les queda el Señor". Ellos recibieron su recompensa, pero ¿qué hay de nosotros, entendemos que quien tiene a Dios lo tiene todo?
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