18 de noviembre de 2021

UNA PROMESA QUE MARCA LA DIFERENCIA


Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
Isaías 9:6
 
Desde tiempos antiguos, el pueblo judío espera la manifestación del mesías prometido. Ese de quien las Escrituas tanto hablan, sea de manera directa o indirecta, desde Génesis hasta Malaquías. Lo que muchos de ellos no saben es que hace 2000 años caminó entre nosotros un hombre en quien se cumplieron todas esas profecías y por quien hoy tenemos un camino que nos conecta con Dios.
 
Gracias a ese hombre, de quien las Escrituras dan testimonio que hizo toda clase de milagros, señales y prodigios es que hoy podemos clamar a Dios y tener la plena confianza de que sin importar lo que hagamos, si nos arrepentimos de corazón podemos ser perdonados por Dios y gozar de una relación personal con él como sus hijos con todo lo que ello implica. ¿No es interesante?

Escribe el mensaje que deseas enviarme.

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *