Lucas 8:16
Pedro era un chico como todos los demás, que le gustaba divertirse haciendo cosas propias de chicos de su edad, a pesar de haber conocido los principios de la Palabra desde muy pequeño, debido al no tan buen ejemplo que veía en sus padres, su conocimiento de los principios bíblicos era bastante vago. Un día conoció a un chico de su edad bastante tímido que lo invitó a la iglesia por primera vez.
Eventualmente Pedro se adentro en los caminos del Señor, pero no sin antes haberse convertido en piedra de tropiezo para su amigo, pues a su parecer la fe que le mostró su amigo no era nada atractiva, sino que por el contrario era restrictiva, ya que "todo era pecado". Lo anterior nos lleva a pensar en lo del testimonio, pues aunque tengamos los mejores argumentos, la gente siempre va a prestar mas atención a lo que ven en nosotros que a lo que les decimos.