No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.
Romanos 12:21
De la Biblia aprendemos que debemos amarnos los unos a los otros y perdonarnos mutuamente las faltas que unos cometamos contra otros. Sin embargo, en la práctica no es tan fácil, puesto que aunque entre hermanos de la iglesia nos llevemos bien, en la calle, en nuestro puesto de trabajo, en nuestra escuela o en cualquier otro lugar donde estemos, la gente no siempre tiene claros estos principios.
De ahí que nos encontremos ante personas y situaciones totalmente adversas que nos impulsen a pecar de muchas posibles formas. No obstante, es en esos lugares y momentos en los cuales demostramos de qué estamos hechos y qué tan reales son para nosotros los principios que aprendimos de la Palabra, por eso el apóstol Pablo nos insta a no dejarnos llevar por el mundo, sino que venzamos al mal con el bien.