Filipenses 3:10
Luisa* había sido una mujer muy devota desde su juventud y había servido en su congregación desde muy pequeña, ella amaba estudiar la Biblia y compartir su fe con otras personas. Sin embargo, cuando creció empezó a cuestionar a su iglesia y empezó a visitar muchas en busca de una que "enseñara la verdad". Pero cuando alguien le propuso visitar una radicalmente distinta y estudiosa de la Biblia, se rehusó, pues debía cambiar de religión.
En el mundo, muchas personas buscan la verdad, pero pocos están dispuestos a escucharla si no va de acuerdo a sus creencias. No sucedió así con el apóstol Pablo, quien después de perseguir a los cristianos, no dudó en volverse uno de ellos al enterarse de que realmente la verdad de Dios estaba con ellos, pues su deseo y lealtad siempre fue con Dios, no con la gente.
* Nombre cambiado