Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento.
Proverbios 4:7
Aquí subrayamos dos palabras claves: sabiduría y discernimiento. La primera es la capacidad de saber decidir lo que realmente nos conviene, ya que somos libres de hacer lo que queramos, pero no todo nos conviene (1 Co 10:23); el discernimiento es la capacidad de distinguir lo bueno de lo malo, es decir, lo que nos beneficia o lo que nos perjudica.
En un mundo donde todo el tiempo estamos siendo bombardeados por toda clase de información, a través de nuestro entorno, de los medios de comunicación y del internet, cobra especial relevancia el consejo del proverbista, pues necesitamos tener claro qué es lo que contribuye a acercarnos a Dios y a ser mejores personas y lo que puede destruirnos.
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