Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos, atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal.
1 Pedro 3:12
Si bien es cierto que no es por obras que agradamos a Dios sino por nuestra fe en él, también lo es que por su buena voluntad él nos declara justos cuando hacemos aquellas cosa que a él le agradan, como amarle por sobre todas las cosas y amarnos los unos a los otros. (Mt 22:36-40) Ya que nuestro amor por los demás nos va a llevar a hacer cosas buenas en favor de ellos.
Así como cuando le vamos a pedir algo a alguien y esa persona se va a sentir motivada cuando quien se lo pide es alguien agradable para él, la oración es una petición que Dios va a escuchar con agrado cuando el estilo de vida de quien se lo pide es agradable para él. Así que antes de pedirle cualquier cosa, procuremos evitar todo aquello que lo pueda ofender y antes busquemos agradarle en todas las cosas.