Levítico 5:17
Hay quienes creen que por ser "buenas personas" somos dignos del cielo y de que Dios esté con nosotros, lo que obviamente no tienen claro tales personas es el concepto de pecado, lo cual es todo aquello que hacemos, pensamos o decimos de manera consciente o inconsciente y que no agrada a Dios, puesto que él es quien determina qué es lo bueno y qué es lo malo.
Teniendo en cuenta que nuestro corazón tiende continuamente a lo malo, es natural que pequemos aún sin darnos cuenta y por ello seamos culpables. La buena noticia es que Cristo murió para que nuestros pecados sean perdonados, (Jn 3:16) lo cual solo sucede cuando buscamos a Dios en oración, le pedimos perdón y procuramos recaer en lo mismo, (Pr 28:13) pero las consecuencias de nuestros errores permanecen y debemos afrontarlas.
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