El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
2 Timoteo 4:18
Ciertamente el mundo luce amenazador, con todas sus malas noticias y sus modas peligrosas, no sabemos que esperar para nuestros hijos y en general para las nuevas generaciones. Vemos un peligroso aumento de la delincuencia y cómo las leyes que supuestamente están para proteger al ciudadano de bien, parecen estar a favor de los criminales; y ni hablar de las autoridades que suelen dejarse seducir por la corrupción a cambio de unos cuantos pesos.
Ante un panorama tan incierto, es natural que nos preocupemos al no saber en quién confiar. No obstante, el Señor no ha cambiado, él protegerá y defenderá a quien permanece fiel a él guardando sus mandamientos de manera incondicional. ¡Podemos confiar en aquel que todo lo puede!