1 de noviembre de 2020

Sed de Dios


Cual ciervo jadeante en busca del agua,
así te busca, oh Dios, todo mi ser.
Salmos 42:1


El rey David es uno de los personajes bíblicos más recordados, no porque viviera en total santidad y dedicara su vida como un monje a adorar a Dios apartado del pecado, sino porque a pesar de ser un hombre común y corriente, uno mas de entre todos los reyes de Israel, tenía un corazón que siempre anhelaba desesperadamente adorar a Dios y reconocerlo en sus caminos.

El hecho de que para David sea algo de primera necesidad el buscar a Dios, tanto como un animal sediento busca el agua, nos da a entender que para Dios lo mas importante es que vivamos resueltos a buscarlo a pesar de nuestras debilidades y de los problemas que podamos tener en nuestro diario vivir, ya que él es compasivo para perdonarnos y ayudarnos a superar nuestras debilidades.
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