Colosenses 3:2
Es cierto que necesitamos dinero para vivir dignamente durante los años que estemos aquí en la tierra e incluso para poder ayudar a nuestros seres queridos. Dios es consciente de ello e incluso afirma que es él quien nos da poder para hacer riquezas de modo que podamos ser de bendición para los demás.
El problema surge cuando enfocamos todas nuestras fuerzas en acumular riquezas, porque si bien es cierto que Dios desea bendecirnos en la tierra, quiere que siempre tengamos presente que lo que alcanzamos no es solamente por nuestros esfuerzos sino porque Dios así lo permitió, así que nuestra prioridad debe ser amarle y procurar guardar sus mandamientos, ya que a los que amamos a Dios todo nos ayuda para bien. (Romanos 8:28)