El que adquiere cordura a sí mismo se ama, y el que retiene el discernimiento prospera.
Proverbios 19:8
La cordura es la capacidad de pensar y obrar con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad. Es decir, que la cordura es eso que nos permite distinguir lo que nos conviene y descartar aquello que nos pueda perjudicar, así como el discernimiento.
En varias ocasiones hemos mencionado que la Biblia no es un simple libro de religión, sino que está repleto de consejos prácticos y la instrucción de Dios, la cual no busca otra cosa sino beneficiarnos a nosotros mismos, no solo como individuos sino en conjunto, ya que al vivir en comunidad lo que afecte a una persona, directa o indirectamente acaba afectando al resto. Es por ello que cuando la estudiamos y aplicamos sus enseñanzas nos hacemos sabios y alcanzamos prosperidad.