¿Podrá el hombre hallar un escondite
donde yo no pueda encontrarlo?
—afirma el Señor—.
¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?
—afirma el Señor—.
Jeremías 23:24
Cuando comencé a ir a la iglesia, recuerdo que mis amigos de aquella época solían decirme cosas como que ya no puedo decir mentiras, ni ir a fiestas, ni emborracharme, etc. Muchas personas también se dejan de congregarse y eligen vivir a su manera creyendo que por haber renunciado a la fe ya no importa si pecan o no.
Esto es debido a que en el mundo es algo generalizado el creer que si dejamos de creer en algo, lo relacionado con ese algo no nos va a afectar. Sin embargo, Dios es ilimitado, su alcance no conoce límites y sin importar qué tan lejos queramos ir no podremos escapar, porque él lo cubre y lo llena todo. Él es el todopoderoso y su palabra es la misma ayer, hoy y siempre para todos.
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