en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmos 119:114
¿Quién no ha pasado por situaciones tan complicadas que parecen un callejón sin salida? Recuerdo hace varios años estaba yo en una biblioteca pública cuando tuve un altercado con un chico problemático de esos que se drogan y andan robando. Al chico lo sacaron del establecimiento, pero no se fue sin antes amenazarme con traer a su pandilla y esperarme afuera para apuñalarme.
Aquel día sentí temor y pedí ayuda por Internet. Sin embargo, mientras esperaba la ayuda la ansiedad aumentaba, pero una voz susurro en mi cabeza éstas palabras que nunca olvidaré: "tranquilo, todo va a estar bien". Lo cual me produjo una indescriptible paz y en efecto, todo salió bien. El punto aquí es que cuando confiamos en Dios, sin importar cuan grave sea el problema, él enviará a su Espíritu Santo a reconfortarnos y a librarnos de todo mal.