todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.
Salmos 23:6
Cuando niño, el Salmo 23 fue el primero que aprendí de memoria, recuerdo que con mi mamá lo recitábamos antes o después de nuestra oración de cada noche. El Salmo comienza así: Jehová es mi pastor, nada me faltará (puede variar de acuerdo a la versión), es decir, que así como las ovejas no saben lo que les conviene sino que van a donde su pastor las lleve, Dios desea que confiemos en él a tal punto que no nos preocupemos más que por seguirle.
Tal vez haya momentos difíciles donde parezca que estamos en valle de sombra de muerte, pero el confiar ciegamente en él nos va a mantener tranquilos sabiendo que al final todo va a estar bien, porque es Dios mismo quien nos cuida y al final la bondad y el amor nos seguirá todos los días de nuestra vida hasta llegar finalmente a morar con nuestro Pastor por toda la eternidad.