La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.
Romanos 8:6
Alguien dijo alguna vez que la mente es el timón de nuestro destino, lo que marca la define nuestra forma de ver la vida y por ende nuestra conducta no es otra cosa que nuestra mentalidad. De ahí que el proverbista afirme que nuestro pensamiento define quienes somos (Proverbios 23:7) y que el apóstol Pablo en su carta a los romanos afirme que la mentalidad pecaminosa es muerte, pero la que viene del Espíritu es vida y paz.
Dios desea que cada uno de nosotros pueda experimentar la vida en abundancia que vino a ofrecernos por medio de Cristo dejando atrás todas esas obras propias de la carne y que nos llevan inexorablemente a la perdición, sea a corto, mediano o largo plazo, pero la decisión es nuestra, nosotros decidimos si creerle aceptando la mentalidad que viene de él a traernos vida y paz.