Él (Jesucristo) es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo.
1 Juan 2:2
Es común escuchar en la música y cualquier iglesia cristiana que Cristo murió por nosotros, así que es natural que estemos familiarizados con el concepto y tengamos clara la explicación. Sin embargo, para quien no conoce el evangelio esto es algo confuso. Recuerdo que hace mucho invité a un ateo a la iglesia y me dijo: ¿por qué tengo que adorarle si yo no le pedí que muriera por mi?
Como sabemos Dios es amor, pero también es justicia y para que su justicia se cumpliera, era necesario que asi como el pecado entró en el mundo por la desobediencia de un hombre perfecto, alguien igualmente perfecto debía pagar por su vida para que fuesemos perdonados (Ro 5:18-19) y así se quitara la barrera que nos separaba de Dios, de modo que podamos acercarnos a él. Adoramos a Dios porque agradecemos que aún sin merecerlo, él siempre está ahi para nosotros. (Ro 3:21-26)