¡Defiende los derechos de los desposeídos!
Proverbios 31:8
Amar a las personas no es solamente sonreírle a las personas, decirles a que los amas o darle un pan a alguien cuando tiene hambre; amar es velar por los intereses de las personas que amamos, es procurar hacer todo lo que esté a nuestro alcance a fin de garantizar su bienestar. De ahí que la única motivación válida para que un cristiano aspire a la política sea un profundo amor hacia la gente.
Dios desea que su iglesia se levante en defensa de aquellos que no pueden defenderse, que seamos ministros íntegros que nos destaquemos por ser personas íntegras que amemos a las personas, así como nuestro Señor que siempre fue compasivo y ayudaba a los menos favorecidos mientras les predicaba el Evangelio de salvación.
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